Carta del apóstol San Pablo a los Romanos (Rm 8, 26-30): Se centra en la ayuda del Espíritu Santo en nuestra debilidad y oración, y en el designio salvador de Dios para quienes le aman.
En esta carta Pablo reconoce que los creyentes estamos en un estado de debilidad; a menudo no sabemos qué o cómo pedir en la oración
Aquí es donde el Espíritu Santo actúa como nuestro Auxiliador y Abogado. Él suple nuestra incapacidad y ora por nosotros "con gemidos inefables".
Esta es quizás la frase más conocida: "Sabemos que a los que aman a Dios, todo les coopera para bien".
No significa que todo lo que sucede sea bueno, sino que Dios utiliza incluso las dificultades, el sufrimiento y los errores para un bien superior en la vida de quienes tienen fe y lo aman.
Subraya la soberanía y providencia de Dios; Él está trabajando en un plan, incluso en medio del caos.
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