Hoy os invito a una pequeña reflexión mirando a nuestro alrededor en donde hay países en crisis económica, otros tienen grandes problemas políticos, países donde la violencia aumenta, y desgraciadamente otros muchos lugares donde el hambre y la salud es la mayor de las preocupaciones. Eses lugares donde los ricos quieren ser más ricos y donde algunos proclaman su riqueza dando donaciones para aclamar su "bondad", mientras callan la boca a los pobres que siguen siendo pobres., les seguirá faltando su comida, la salud...Mientras todo eso pasa desoímos la voz de Dios. Esa voz que nos manda señales, que nos dice que si tenemos limones hagamos limonada (gracias por esta frase a quien me la enseño porque la tengo muy presente), pero somos tan egoístas que si manda limones, queremos naranjas. Así es como los ricos si tienen dinero quieren más dinero, pero no todo es cuestión de dinero, al pobre no le basta con darle dinero porque no es lo que quiere , hay que darle las "herramientas" para que sobreviva en este mundo de "locos". Dios nos manda señales a todos porque ricos y no tan ricos podemos ayudar a nuestro prójimo. Si Dios nos da limones, podemos ofrecer limonada, si tenemos dos mantas ofrece cobijo en ellas...hay millones de acciones simples para ayudar a nuestro prójimo que Dios nos las ofrece y no las vemos porque simplemente cerramos nuestros ojos y nuestro corazón, por aquello que dicen "ojos que no ven corazón que no siente", pero y si mañana eres tu quien necesita los limones?
